Dios nos permite vivir experiencias únicas que nos sirven de testimonio para reconocer Su gran poder sobre nosotros. Sin embargo, en nuestra naturaleza humana es difícil entender su propósito, sobre todo cuando dichas experiencias en algunas situaciones no son las más favorables según nuestro entendimiento.
Su palabra nos alienta a confiar en Él en toda circunstancia y reconocer que sin su respaldo nada somos, es por eso que hemos sido llamados a la búsqueda continua de Su presencia. En la cual podemos desarrollar y fortalecer a través de la oración, lectura de la palabra, ayuno y adoración, de manera que nuestra conexión con El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo se mantenga y sea una constante para poder acudir a Su auxilio en el momento preciso.
El siguiente versículo nos deja ver la promesa que Dios nos hace a través de Su palabra, que sin duda, nos reconforta poderosamente si meditamos a profundidad, veámoslo:
"Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa." Isaías 41:10
Otro pasaje en el cual podemos apoyarnos en tiempo de prueba es el siguiente:
"Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?" Salmos 56:3-4
Y así, para cada escenario de nuestra vida debemos estar equipados con sus promesas y a la vez, saber depositar nuestras cargas en Él, esto con el fin de reconocer su absoluto control sobre nosotros.
Ánimo hermano(a), reconozcamos al Señor como nuestro pronto auxilio en toda circunstancia, pidámosle la sabiduría necesaria y la dirección que solo Él en su absoluta voluntad y misericordia nos puede dar.
¡Dios les bendiga!